Friday, February 22, 2008

No hay nada que temer

Tiro Penal
No hay nada que temer

Por Miguel Guilarte

Reacciones. Las amenazas de desaparición parcial o total del fútbol en las ligas locales del condado de Prince William, no tienen por qué atemorizar a los futbolistas, familiares y aficionados, sino por el contrario se debe utilizar el deporte como una vía más para demostrar a los políticos antiindocumentados que esas son medidas erradas que no se corresponden con la honestidad y deseo de superación de todos los inmigrantes que hemos venido a esta tierra en busca de una vida mejor...

Un problema global. Los efectos que la emigración de los latinos del condado de Prince William tienen sobre el fútbol aficionado de las ligas de Manassas y Woodbridge es sólo un eslabón más de la cadena de desgracias que esas políticas han acarreado sobre la comunidad inmigrante del área metropolitana de Washington, afectada también por la estrepitosa caída del mercado inmobiliario que estancó la construcción, dejó a muchos sin trabajo e hizo a miles perder sus casas. Lo que no se dan cuenta esos políticos es que sus medidas van en contra de ellos mismos porque la economía del condado entrará en una recesión más severa y los proveedores de bienes y servicios podrían caer en bancarrota, sin importar cuál sea su nacionalidad...

Árbitros y policías. Muchos árbitros y policías que trabajan en las ligas locales no son latinos y la disminución del número de partidos en las ligas los afectará a ellos también. Además, los comerciantes que a menudo ofrecen sus servicios en las instalaciones de las ligas como agentes de bienes y raíces, aseguradoras y vendedores de autos no tendrán mucho público al que ofrecer sus productos, generando un efecto multiplicador sobre la ya deteriorada economía del condado...

Acciones. Es cierto que muchos jugadores y aficionados tendrán temor de ir a las canchas de Prince William, pero el resto de las ligas también podrían verse afectadas —tal como me lo comentó Martín Huamán de la Liga Iberoamericana de Maryland— por el resto de los factores que afectan a la comunidad. No hay que tener miedo, lo que hay es que ser más responsables y dar un gran ejemplo de civismo no sólo en las canchas sino en la calle, el trabajo, la escuela y el hogar. Hay que combatir a los violentos que se emborrachan para causar desórdenes en las canchas y dar a los enemigos de la comunidad armas para atacarnos. No todos los latinos son indocumentados pero acciones vandálicas perjudican a todos por igual. Cuando los medios reseñaron los trágicos sucesos en la final de la Liga Internacional de Virginia en 2007, no hablaron de legales o ilegales, ellos hablaron de unos inmigrantes latinoamericanos que causaron violencia. La ley entra por casa pero hay que respetar para que nos respeten.

miguel@eltiempolatino.com

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