Friday, April 4, 2008

Lo bueno y lo malo de la noche

La Bola Caliente
Lo bueno y lo malo de la noche
Por Miguel Guilarte

Monumental. Llegó finalmente el día más esperado del año por los aficionados del béisbol en la capital de la nación. Sí, luego de tres años compartiendo el viejo RFK con el D.C. United, los Washington Nationals estrenaron su sede del Nationals Park, en la noche inaugural de la Liga Nacional del béisbol de Grandes Ligas que tuvo un final de película, digno del mejor béisbol del mundo. Luego de que los Bravos de Atlanta alcanzaran a los Nationals en la primera mitad del noveno inning, el antesalista Ryan Zimmerman la desapareció en el noveno para dar el triunfo a los locales y generar la locura en las tribunas y una celebración en el terreno de juego, muy parecida a las que suceden cuando se conquista una Serie Mundial...

Estacionamiento y Metro. Si bien los planificadores del parque cometieron el gran error de construir una instalación para 40 mil personas sin suficiente estacionamiento, hay que reconocer que la carta que se sacaron debajo de la manga surtió efecto, al menos para este primer partido en el que los aficionados querían estar ahí, sin importar los inconvenientes logísticos que tuvieran que enfrentar. Una lujosa línea de autobuses trasladó a muchos de los casi 40 mil que fueron testigos de la inauguración del parque desde los oscuros estacionamientos del RFK en Anacostia hasta las cercanías del nuevo coloso del centro de DC. Otros viajaron en Metro y aparentemente todos regresaron a casa felices y contentos, quién sabe por cuánto tiempo...

Un estadio para béisbol. Nationals Park es un parque construido especialmente para jugar al béisbol y aunque los desparecidos Senadores y los Nationals jugaron en el RFK, pasaron 47 años desde que el Griffith Stadium albergó su último encuentro. De esas casi cinco décadas, los amantes del béisbol vivieron 31 años sin béisbol hasta que en 2004 la MLS aprobó el traslado de los Expos a Washington. Tres años más en el RFK sometieron a prueba la paciencia de una afición que, por lo visto el domingo 30, de verdad que ama el béisbol...

Vestuarios. Los jugadores de los Nacionales que están con el club al menos desde la campaña anterior, también pudieron disfrutar de un “clubhouse” de alto nivel, con espaciosas instalaciones que incluyen gimnasio y piscina, al estilo de los mejores estadios del país. Los aficionados cuentan con diversos restaurantes para comer y beber durante el juego y una gigantesca pizarra electrónica para mantenerse informados de todo lo que sucede en ese y otros estadios, además de atracciones interactivas para disfrutar algo más que un juego de béisbol. Lástima que los representantes de prensa tengamos que ver los juegos con largavistas por lo alto de la caja de prensa ubicada en el sexto piso.

miguel@eltiempolatino.com

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